Ante un caso de mala praxis médica resulta imprescindible moverse con prontitud. Esto es debido a que la historia clínica juega un papel importantísimo a nivel probatorio. Si bien actualmente existen tendencias hacia la digitalización y unificación de dicho documento, lo cierto es que la mayoría están aún en soporte papel.
En este caso deberá solicitarse con rapidez al Juzgado que disponga cautelarmente el secuestro de la historia clínica para mantenerla a resguardo. La importancia de este documento no debe minimizarse. Dado que contiene en detalle el cuadro clínico del paciente y las prácticas médicas a las cuales fue sometido. Dicho lo anterior, es fundamental destacar que la historia clínica es un documento que le pertenece al paciente. Según lo dispone la Ley 26.529. Sin embargo, por razones de practicidad, la conserven los centros médicos.
“ARTICULO 14. — Titularidad. El paciente es el titular de la historia clínica. A su simple requerimiento debe suministrársele copia de la misma, autenticada por autoridad competente de la institución asistencial. La entrega se realizará dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de solicitada, salvo caso de emergencia.”
Responsabilidad Civil y Responsabilidad Penal
Respecto de la responsabilidad civil y de la responsabilidad penal deben hacerse algunas precisiones. Desde el punto de vista civil resultan responsables tanto los médicos que incurrieron en mala praxis, así como el Jefe de Cirugía. También se proyecta responsabilidad sobre el propio establecimiento de salud. A estos dos últimos se les atribuye en carácter objetivo, es decir independientemente de si haya mediado culpa o dolo. Verificada la existencia de un daño, la responsabilidad se extenderá hacia ellos. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 1753 del Código Civil y Comercial de la Nación. Algunas posturas doctrinales sostienen que la obligación del establecimiento de salud surge de un deber accesorio de seguridad. Que tiene para con el paciente. Por lo que dicho incumplimiento generará la obligación de reparar el daño.
También cabe aclarar que los médicos deben contar con un seguro de responsabilidad civil para su quehacer diario, asumiendo que desarrollan una actividad riesgosa. Sin embargo, es importante hacer una aclaración. Si la lesión causada es grave, se ha provocado una incapacidad permanente, o se ha producido el fallecimiento del paciente, las sumas a reclamar resultan en montos millonarios. Muy superiores al límite de la suma asegurada. Por lo que no es inusual que los médicos terminen respondiendo con su propio patrimonio para hacer frente a la demanda en concepto de indemnización.
Mala Praxis del Anestesista
Un caso particular implica la mala praxis del anestesista. Por lo especifico de su labor y por el conocimiento particularmente técnico que posee, se lo debe diferenciar del resto del equipo. en numerosos fallos judiciales se ha resuelto que no se encuentra bajo las órdenes del Jefe de Cirugía. Por lo tanto, en este caso, este último no debería responder por un error del anestesiólogo. No obstante, es una postura controvertida y será por lo tanto materia de prueba.
Desde el ámbito penal, la mala praxis se analiza de manera individual valorando el aporte que cada uno de los miembros tuvo en la realización del hecho. Dado que no siempre es fácil individualizar la actividad particular de los involucrados, la actividad jurisdiccional argentina tiende a resolverlo de forma práctica. En general, se asigna de forma inicial el carácter de coautores a todos los que estuvieron presentes en el ámbito quirúrgico. Dejando que la propia investigación permita ir descartando a quienes no provocaron el resultado lesivo.
¿Delito imprudente o Doloso?
Finalmente, no puede dejar de señalarse que existe un debate abierto en torno a la imputación penal atendiendo a los elementos subjetivos. Dado que existe una tendencia hacia la objetivización y la normativiación del dolo. Esto quiere decir, que más allá de la intención del autor, ante una violación grave de un estándar de cuidado, puede imputarse un delito doloso. Para clarificar, normalmente se contemplaba la mala práxis médica como una forma de delito imprudente. Sin embargo, existen antecedentes jurisprudenciales que tienden a agravar la situación del galeno al considerar que su acción lesiva fue deliberada.
De este modo, los momentos iniciales resultan muy valiosos tanto para el denunciante como para los imputados ya que el planeamiento de una estrategia procesal adecuada puede marcar una significativa diferencia.
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